Família apasionada por el café

Somos una familia apasionada por el café, dedicada a tostarlo con una atención artesanal y sostenible. Utilizamos combustibles naturales para tostar nuestros cafés, como la leña del Montsec, proveniente de la limpieza de bosques, y la cáscara de almendra de las Garrigues, una combinación que aporta un aroma único y una esencia auténtica a nuestros cafés.
Nuestro amor por el café y su cultura nos lleva a seleccionar personalmente los mejores granos, viajando hasta las fincas cafeteras para conocer de primera mano a los productores y las plantaciones, para escoger los cafés de máxima calidad. Valoramos el trabajo cuidadoso de las fincas y el resultado se refleja en cada taza que ofrecemos.
Creemos en la sencillez y en la frescura del producto tradicional. Por eso, tostamos nuestros cafés semanalmente en pequeñas cantidades o microlotes, asegurando que siempre recibáis un café fresco y de temporada. Cada grano es tostado con cuidado y dedicación en nuestro tostador artesanal, para que podáis disfrutar de una experiencia cafetera auténtica e inolvidable.

Nuestro café no es solo un producto, es una experiencia. Creemos en el café fresco y de temporada, y en el producto de calidad. Esto significa que seleccionamos los mejores granos de café en función de las épocas del año y trabajamos directamente con productores comprometidos con el buen trabajo. Nuestros valores se basan en la calidad del producto y la honestidad en cada paso del proceso.
Para nosotros, el café es más que una bebida: es una manera de conectar con las personas y con profesionales del sector hostelero. Por este motivo, el contacto con el cliente de tú a tú es una parte fundamental de nuestra filosofía. Nos gusta conocer a las personas, escuchar sus historias y compartir nuestra pasión por el café.
Creemos que el café puede ser un motor de cambio positivo y, por eso, trabajamos con comunidades locales de la zona y con profesionales comprometidos con trabajarlo con el mayor cuidado posible.
Este es nuestro proyecto, elaborar un café con alma y compromiso, y nos encantaría compartirlo con vosotros.

Nuestra base está en el corazón del casco antiguo de Balaguer, en pleno centro de la Noguera, un lugar donde el arte del café se ha transmitido de generación en generación. Eran tiempos difíciles de posguerra, después de la Guerra Civil Española y recién terminada la Segunda Guerra Mundial. El café estaba controlado por el Estado, y no había libre distribución y torrefacción de este.
Nuestro abuelo, Modesto, comenzó tostando café en 1952, en el desván de su casa, con una bola manual y fuego de leña. Tostaba de noche, porque el agradable olor del café se apoderaba de las calles, y en esos tiempos, se necesitaba cierto secretismo, aunque poco lo lograba, porque al día siguiente en el vecindario ya se comentaba “¡El Delsams ha vuelto a tostar!”.
Aquel pequeño espacio, lleno de aromas y de conversaciones, se convirtió en un lugar de encuentro para los amantes del café y los vecinos del barrio. La rápida y creciente demanda hizo que a esa pasión se sumara un oficio en poco tiempo. Desde entonces, hemos mantenido vivo este espíritu artesanal, con un enfoque cercano y personal que define quiénes somos hoy.